sábado, 15 de diciembre de 2012

Temporal fin del mundo


No está claro si se acabará el mundo en cinco días, así como tampoco qué pasará en el próximo periodo presidencial venezolano. La verdad es que estas navidades están llenas de un aura de incertidumbre que, si bien, no le quitan el sueño a nadie, creo que han plagado de un toque melancólico estos últimos días. ¿Serán los últimos de algún periodo? Yo creo que sí.

La constante evolución nos va haciendo más fuertes. Está demostrado históricamente; eso sí, no sé si nos hace más inteligentes, pero quizá, sí más civilizados, aunque muchos vivamos en Caracas y nos parezca raro este término. Eso porque por estas calles encontramos caras de personas que en sus hogares viven con costumbres de la edad antigua; otros, la mayoría, con de la edad moderna y unos pocos, con de la contemporánea. Estos últimos, a pesar de llevar una bandera que avanza en un estado natural de las cosas, son los que más sufren al tener que compartir con una cantidad de asimetrías no reconocidas y que no son económicas, que no dependen de la clase social, que no son culturales, ni de poder, ni raciales: son atemporales.

¿Encontrará la humanidad un mismo tiempo el próximo 21 de diciembre? ¿Seguiremos viviendo el barroco criollo? Status quo, incertidumbre, cambios. Status quo… Creo que esta es una buena fórmula para determinar el fin de un mundo.

Yo, que siempre he perseguido esa bandera, creo que es hora de cambiar. ¿Ustedes no?

Soledades

Descansábamos cada uno en un chinchorro después del almuerzo, antes de volver a nuestra faena diaria. Papá volvía entonces a la plaza a trab...